domingo, 5 de abril de 2015

El teatrero. (+18)

A estas alturas he comprendido cada rincón de mi ser. Me conozco como nadie jamás me había imaginado. Ya no me asusto ni me sorprendo, ya no busco indulgencia por cada atrocidad que cavilo. Controlo cada voz que retumba en mi cabeza sedienta de terror. Aprendí a verme tal y como soy, a no negar lo obvio ni a cambiar mi naturaleza. Son muchos años conviviendo con todas mis facetas y por fin las entiendo. Por fin entiendo el porqué aunque no recuerde desde cuándo. Al fin reconozco cómo, pero no el qué me hizo reaccionar... Finalmente me acepté y la locura se desató.

...

El habitáculo se torno de rojo. Sangre fresca salpicaba la grandiosa lámpara de cristal que colgaba del techo a varios metros de altura, plasmando sobre las paredes cientos de reflejos carmesí. La puerta bloqueada por las estanterias cercanas, decenas de libros inundaban el suelo. El fuego se extinguió en las entrañas de la chimenea. Las luces tintineaban. El viento gritaba al pasar a traves de los cristales rotos de la ventana por la que momentos antes salió la cabeza del novio. Su cuerpo aún yacía inerte dentro de la estancia. En el medio, bajo la lámpara se encontraba un pequeño taburete, la soga preparada.

"Quiero casarme contigo." la obligué a escribir en la pared con la sangre que brotaba de sus falanges cortadas. Gritaba, lloraba y se retorcía. Era su primera vez, pero no la mía. Deje que subiese sola al taburete, sus pequeños pies descalzos se tambaleaban al son de sus piernas. Nos miramos. Todos se imaginaban lo que pasaría, solo se lo imaginaban. Seguíamos mirándonos. Sin pestañear pegue un patada al taburete...

Antes de caer la abracé en el aire y ambos chocamos contra el suelo. Se encontraba sobre mi, con los ojos bañados en lágrimas, tan maravillosamente bella como siempre. Nuestras miradas se cruzaron de nuevo y me besó.

...

Tras ese beso se cerró el telón desatando los aplausos del público que albergaba el teatro y calmando mi locura.

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