sábado, 14 de febrero de 2015

"Reescribo"

Escribo y escribo, sigo escribiendo mas no lo consigo. Me falta el valor, carezco de sentido. Oprimido... No encuentro la forma de llenar el vacío húmedo y frío en el que respiro. Alicaído sigo, con trazo fino dibujo el camino y miro... Vuelvo a mirar afligido mi rostro dormido y decido; no caeré abatido presa del sinsentido que me rodea y por el que vivo.

martes, 10 de febrero de 2015

Mañana por la mañana.

La sabana a la cabeza con los pies al descubierto. La almohada en el suelo junto al edredón y plumas sueltas. Ojeras.

Tumbate que no pararás quieto. Cuenta ovejas si las encuentras. Duermete, pero no descanses. Y levanta que tienes sueño. ¿Verdad? La persiana te delata, las cortinas te ensombrecen. El sol te busca. ¿No crees? Los pantalones bajo la cama, la camisa sobre la silla y un calcetín perdido. Tu móvil descargado se ilumina. Él tiempo se relentiza tirado en el colchón. ¡Despierta!

Los ojos quieren pero no se abren. La boca mastica el aire, traga. Los músculos se estiran, despiertan, menos tú. Tú no. Tú te vas a quedar dormitando durante horas para acabar diciendo: "No volveré a beber..."

domingo, 8 de febrero de 2015

Adiós...

Frío... Un vacío lleno de insatisfacción, una pausa resquebraja el suspiro moribundo. Termina, carece de sentido buscar esa explicación que anhelas con pavor, con miedo, sin vida...

Triste, es triste... Sigue el curso de la inmortalidad hasta romperlo en cientos de pedazos, trozos tristemente apartados de la realidad. Nos apartamos de aquello que con certeza conocemos para soñar en vano...

Se acaba... Y no vas a evitarlo, jamás podrás, por mucho que lo intentes. Asume, sientelo y continua. Es la única manera...

Sonríe si tienes el coraje necesario, no actúes, no te engañes. Te quieres, te quieren. Sobrevive.

Mi feliz cumpleaños.

sábado, 7 de febrero de 2015

El comienzo.

A menudo cuesta empezar a escribir, lo sé por experiencia. A veces me planto frente una página en blanco con cientos de ideas diferentes,  tengo tantas cosas por escribir... Y al final nada, cierro la libreta sin saber si quiera como empezar.
Es frustrante tener tanto por decir y retenerlo de una forma tan estúpida. Bloquearte y seguir guardando esos pensamientos como si de trastos se tratase acumulando polvo en un rincón, acariciando el olvido.
Pero ni que decir tiene que no siempre ocurre. Por suerte existen esos momentos de grandeza, esos instantes de suma inspiración que consiguen brotar palabras de los terrenos mas áridos. Meros segundos colmados de tal determinación que nos hacen capaces de rellenar línea tras línea sin parpadear.
Y es que a menudo cuesta empezar a escibir, mas cuando empezamos tan solo somos... una palabra tras otra.