domingo, 26 de abril de 2015

Rima libertina.

La casa estaba abandonada, apartada del mundo que lo rodeaba. Marcada por una tragedia pasada que por mucho que intentaba, no ocultaba. Demacrada por la lluvia que lo azotaba sobrevivía.

Había arpías que lo perseguían. Tratarían de atraparlo a sangre fría cacería tras cacería, estaría a merced de la ira que les domina. Sufría... Sabía que su final llegaría en cualquier momento.

Cada argumento a tiempo, estaba atento al sentimiento que cada actor albergaba por dentro. Otro intento más cruento lo dejo sin aliento. Tan sangriento fue el portento que terminó callando.

De vez en cuando ahorrando palabras me desangro. Del fango intento salir nadando, llegar a esa orilla que ansío sin descanso. Esperando que alguien amaine el viento de un soplido.

Un castigo divino olvido. La penitencia, el tiempo perdido entre los folios que usaba de abrigo, entre el amigo que he sido y el enemigo que escondido acecha siendo testigo del estropicio.

Se convirtió en vicio y no habrá juicio que le devuelva el ocio que perdió. Con aquel negocio que fue propicio del final mas trágico. Lo albergó el hospicio más mágico que encontró. Y entre rima y rima los desvaríos acabaron con este prestidigitador....

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